Ajustar la carga apícola de los apiarios en un 30% menos de su potencial.
Realizar las cosechas de miel dentro del período de flujo de néctar para evitar pillaje.
Mantener una reserva de alimentación (después de la cosecha) en los colmenares suficiente para abastecer en período estival e invernal.
Reforzar la alimentación suplementaria durante el otoño previo a la invernada, en especial con proteínas.
No dividir las colmenas en el período estival después de la cosecha.
Asegurarse que los controles sanitarios se realicen después de la cosecha de miel estival y en otoño.
Mantener colmenas fuertes y con reinas jóvenes.
Asegurarse de que los apiarios cuenten con agua fresca dentro del área de pecoreo (1 km. a la redonda del apiario). De no contar con ello, asegurar el suministro cercano del apiario de agua.
Mantener limpio de pastos los alrededores del apiario y dentro del apiario para evitar incendios.
Asegurarse de apagar debidamente los residuos de los humadores para evitar combustión.
Eliminar colmenares muy débiles y mantener colmenas fuertes en términos de las poblaciones.